
Donde no llega la realidad de un producto, una gestión o de una empresa, allí alcanza la capacidad de excelentes profesionales y especialistas para generar una imagen convincente entre, consumidores, votantes, accionistas o la sociedad en general.
El problema surge cuando, dentro de las políticas de empresa o de las instituciones, la imagen toma carta de naturaleza como elemento primordial y estratégico de actuación sobre objetivos reales y deseables.Metas como la competitividad, la inovación, la calidad, o en general una eficiente gestión, pasan a un segundo plano. ¿ Qué no solucionará una buena campaña de imagen? Políticos y grandes empresarios descubren que una imagen , es en gran medida fabricable
Claro que frecuentemente la realidad acaba por abrirse paso y, las deficiencias, insuficiencias, o la distorsión de la verdad aparecen inoportunamente con un coste empresarial y social muy alto
La proyección de una imagen determinada parece legítima cuando se ajusta a la realidad y se utilizan medios modernos para difundirla y darla a conocer on amplitud y énfasis de la que es acreedora. Pero vivimos tiempos en los que cada vez nos situamos mas lejos de estos planteamientos. Giramos demasiado entorno a a imagen y a las rentabilidades asociadas a su generaci´`on mediática. Es más fácil " crear imagen" que trabajar para hacer realidad lo que se transmite en apariencia
Fuente: Pedreño A. Diario información. 25 Marzo de 2007
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