
Oscar Brahim es un artista que se gana el sueldo mientras conduce un taxi por las calles de Buenos Aires. Un buen día, cansado de ver anuncios envolventes en atmósferas etéreas que nada tiene que ver con la realidad, tomó sus pinturas algunos pinceles y pegamento y los guardó en su maletero. Comenzó a intervenir en los anuncios dándoles la vuelta al mensaje con un tono irónico, humorístico y provocador. Se ha convertido en el antihéroe de las grandes corporaciones. Su crítica se dirige hacia el bombardeo visual
1 comentario:
Hola! tenes más info de este señor rompeanuncios!!?? me re interesa lo que hace
saludos y buenn blog
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