¿ES POSIBLE ALGÚN DISCURSO QUE NO SEA PUBLICITARIO?
Podríamos pensar en las necrológicas, pero también estas se venden otorgando mayor o menor importancia al tamaño y al espacio que ocupan en el medio.
La única fórmula para escapar del discurso publicitario la encontramos en la red.Estos mensajes anónimos atentan contra la estrategia del anuncio original.
No obstante, la contrapublicidad provoca que el receptor recuerde la marca. Podemos pensar que la subversión antipublicitaria también es publicidad. La pregunta, y con ella abrimos un debate, es la siguiente: ¿conmueve los cimientos de la sociedad del consumo?
lunes, 25 de febrero de 2008
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